Aprovecharé para utilizar este espacio para compartir mis impresiones sobre los debates y demás componentes de nuestro proceso político, comenzando con el debate de candidatos a la gobernación presentado anoche por Telemundo, El Nuevo Día, y Primera Hora.
En resumidas cuentas, este debate no avanzó nada. Fue una pérdida de tiempo. Fue como un "do over" del debate más latoso de WAPA, nada más.
Expandiendo, pues encontré interesante la sección donde los candidatos se hacían preguntas entre sí, pero interesante sólo desde un punto de vista de entretenimiento. Igual pasó con la sección del Sí o No, aunque esta sección tiene más futuro porque obliga a los candidatos a dar una respuesta definitiva y no andarse con rodeos. Aquí María de Lourdes intentó zafarse de contestar "sí o no" de renunciar a la ciudadanía americana, NO diciendo "sí" o "no" como las reglas dictaban, y poniendo la condición de que sí lo haría cuando Puerto Rico fuese libre (lo que es un mega duh). En otras palabras, fue NO, no renunciaría a la ciudadanía americana mientras no fuese conveniente. No la culpo, pero choca con su retórica de independencia a la brava.
Hablando de María de Lourdes, es frustrante en cierta forma que sea pipiola, porque se ve con preparación (o a lo mejor es un truco de su elocuencia, lo admito), pero busca vender sueños bajo condición de que seamos república. María, necesitamos propuestas que funcionen bajo nuestra situación actual, no que sólo funcionen el día que nos quitemos el yugo colonial, como mencionas. Hay que bregar con la realidad. Mientras siguen reacios a ver esto no puedo a buena consciencia votar por usted.
Ricky y Bernier bajaron considerablemente la tiraera, más que nada porque el formato no se los permitía. A la que veían una oportunidad, se lanzaban de cabeza.
Bernabe tiene esa elocuencia que ya uno automáticamente espera de los independentistas, pero sus ideas nunca dejan mucha impresión en mi.
Cidre se quedó pegao con lo de la grasa del gobierno. El uso excesivo de la analogía cansa. Lució más o menos igual al debate anterior, pero con menos impacto.
Lúgaro también lució más o menos igual al debate anterior, excepto con más confianza desde el principio.
Los únicos que se resistieron a moverse de sus podios fueron Bernabe y María de Lourdes. Cidre y Lúgaro se notaron desesperados, siguiendo las tácticas ridículas de Bernier y Ricky de caminar para el frente a hablar en cada turno. Sí, una que otra vez para énfasis está bien, pero todo el tiempo es una distracción.
Supongo que ya es tarde para estas elecciones, pero para el futuro lo que deben hacer es dividir los debates por temas. Que en un debate se hable exclusivamente de los problemas de salud, en otro exclusivamente de los problemas de educación, en otro exclusivamente de la economía, y así sucesivamente. Pretender abarcar tantos temas con tantos candidatos en tan poco tiempo es absurdo. Cada candidato necesita al menos cinco minutos para poder presentar sus propuestas y contestar preguntas sin andar con prisa, y de una manera más detallada y concisa. En minuto y medio lo que hacen es pintarnos un cuadro bien bonito de lo que proponen sin explicar el cómo lo van a hacer, o explicándolo a la ligera. Se ven muchas propuestas de que van a hacer tal o cual comité, o asignar X o Y fondos a tal cosa, pero no explican de dónde van a salir esos fondos, o cuando lo dicen (generalmente quitando fondos de otro lado), qué es lo que van a hacer con eso que les están recortando fondos. Yo necesito que hablen claro y con detalles, no generalidades que terminan siendo promesas y nada más. Tampoco rebusquen tanto con palabras y tecnicismos que hacen que uno pierda el hilo de lo que dicen. Eso déjenselo a Cantinflas, que para eso era bueno.
Este debate lo dejo pasar porque era más bien un intento de los jóvenes de conectar con los seis candidatos, y querían abarcar toas las áreas; pero si van a ser así todos los demás debates no serán otra cosa que concursos de oratoria y quien controla mejor sus nervios.